jueves, 25 de diciembre de 2008

El sueño americano hecho guitarra



Este video de Stevie Ray Vaughan es uno de mis favoritos. Se nota que esta zapando desvergonzadamente, dandole color a uno de sus hits, Mary had a little Lamb y regalándoselo al publico en una de sus intensas entregas. Sin duda Stevie tocaba tan bien, como mal se vestía.

¿Que decir de este violero de talla monumental que ya no se haya dicho?. Realmente, si no hubiera muerto en el momento en que comenzaba a transformarse en un artista de fama mundial, todos sabríamos de el. Su evolución no se hubiera detenido y su virtuosismo unido a su gran sensibilidad, lo hubieran convertido en el gran super heroe de la guitarra realizando gigantescos shows por todo el mundo. Aquí sin duda, habría tocado en River.

Hay algo de Bizarro en el. Texano furioso curtido en clubes nocturnos donde se bailaba obligatoriamente con el sombrero vaquero puesto y quizás testigo de batallas generalizadas donde volaban los vasos y las botellas en grandes peleas campales. Le falto el exotismo de Jimmy Hendrix, mas astuto en su elección de escenarios y contextos donde actuar, pero quizás superior en su estilo y la precisión de su forma de tocar.

Stevie Ray era un muchacho simple que escapó de un empleo oscuro en una Hamburguesería vecina a una autopista, convencido de que lo suyo era tocar la guitarra. Recorría el circuito de Austin, muy rico en vida nocturna y grupos de folk y soul. Muchas veces aliado con su hermano en los ThunderBirds, pero mas decidido a hacer carrera por su cuenta.

Arranca gracias a David Bowie, quien lo utiliza en el solo final de Let´s Dance. Participa de cuanto festival de rock y blues haya en los condados del país y salta a la fama en el preciso momento en que comienza a gestarse la promoción del rock a través de videos temáticos en MTV.

Su imagen de vaquero eléctrico comienza a tomar cuerpo y abandonara este estilo solo a veces para intercambiarlo con la de estas gorras enormes y trajes tornasolados. Musicalmente, siempre mantendrá una línea entre el blues, rock de rockola y pantallazos de jazz. Sus comienzos marcan tal ves la dualidad de la música que le gustaba, la que necesitaba tocar para comer y la que realmente era capaz de componer. En el medio habrá brillantes versiones de virtuosismo fastuoso como su manera de tocar Vudu Child o Little Wing de Hendrix, guitarrista al que amaba y al que se sentía obligado a superar.

Su mejor registro es el blues, genero al que revitalizo dándole un original sabor de largos y sentidos solos, pero en la línea del jazz, también tenia algo que decir, como por ejemplo Riviera Paradise, exquisito tema lleno de fragmentos brillantes y expresividad sutil.

Tenia mucho para dar, a mi modo de ver, el mejor de todos como guitarrista, dueño de una concepción increíble a la hora de tocarla.