No hay duda de que Maradona es ya una especie de prócer. Cual ave fenix, se ha vuelto un especialista en el arte de resurgir de sus cenizas.¿Cuantas resurrecciones tuvo ya?...la verdad que perdí la cuenta. El hecho es que su poder mediático nunca se agota. La actual coyuntura parece muy adecuada para alguien de su perfil. El mundo a la deriva parece requerir lideres capaces de darle dirección al desastre, pero a falta de ellos, bien vale un poco de circo. Este es el nuevo papel del 10. Dar un poco de circo, en un momento en que Roma arde. Su inclusión como técnico de la selección huele a un manotazo de ahogado. Nadie en su sano juicio le podría dar una responsabilidad de cierto calibre, pues él mismo, con su comportamiento, se ha encargado de no generar ninguna confianza. Es un hombre enfermo. Su adicción es cosa seria, y parece que la exposición se la acrecienta. Quizás su mejor destino pueda ser la de no ser Maradona, sino tan solo, Diego Armando, pero su glorioso pasado, prolijamente guardado en vitrinas a prueba de robos, debe mortificarlo. Alguien como él, dueño de la decisión final de ganar o perder, debe extrañar horrores esa cuota de participación extrema y sufrir como una condena el que nadie lo necesite mas allá de su circulo intimo. No soy futbolero. No entiendo el hecho de dar a ese deporte la categoría de pasión, sin reírme secretamente del intento. No obstante me he regocijado viéndolo jugar al fútbol y entiendo que además tenia condiciones de liderazgo que combinadas a su talento, armaban un cóctel explosivo. Pero hoy creo que lo están usando. Su inclusión en la selección no es mas que una maniobra para llevar la atención a otra parte. La mórbida obsesión del sistema K de dormir a todos en una nube de engaños, lo lleva a sacar de la galera, lo que venga. Si Fangio estuviera vivo, seguramente lo mandarían a jugar Tenis.
Mas allá del tema Maradona en si y la triste aceptación de este a cualquier cosa que lo mantenga famoso, esta el otro, que es mas Heavy y tiene que ver con mecanismos de manipulación. Soy un sobreviente del mundial 78 y crecí expectante de ese ritual social de unión colectiva tras la celeste y blanca. Es un fenómeno extraño, que a pesar de la liviandad que parece tener, esconde poderosos mecanismos de ideación imaginaria. Pareciera ser un momento en que la suma de todas las individualidades se fusionan en un solo sentir y es esa comunión de objetivo lo que genera una suerte de hermandad.
Autos, tarjetas de créditos, gaseosas y montones de rubros comerciales, ya lo han notado y por ello están dispuestos a pagar cifras siderales con tal de unir su marca a esta manifestación del alma. ¿ Como no habrían de notarlo los genios del marketing político ? y ¿ Por que no habrían de usarlo los manipuladores de masas, necesitados de cualquier elemento que distraiga la atención al perjuicio que sus acciones cometen?....
Quizás parezca exagerado relacionar una simple decisión deportiva, a objetivos con intenciones perversas. Pero creo que la manutención de tantas decisiones desastrosas, sin el debido foco de resistencia a las mismas, obedece a alguna estrategia de disuasión que no se enuncia de manera transparente.
Que Maradona dirija todas las selecciones que quiera, pero que la sociedad no compre la ilusión, de que esa hermandad de apenas 90 minutos, resolverá todo lo que es necesaria , para que la sociedad tenga sentido.